
Y conversando, repentinamente, me transformé en mi abuelito cuando trataba de explicarme como eran las cosas en la época en que la diversión era escuchar los programas de radio.
Y es que para mi alumna, que nació en el 96 (yo ya estaba en segundo año de universidad) era inverosímil la existencia de dibujos animados ¡¡¡en blanco y negro!!!

Sin embargo era mostrazo!! de verdad!
Gracias Taís, por traer este recuerdo a mi cabeza.